Alta conductividad térmica:
El grafito en escamas exhibe una excelente conductividad térmica, lo que ayuda a disipar el calor de manera eficiente en entornos de alta temperatura, mejorando así el rendimiento y la vida útil de los materiales refractarios.
Resistencia a altas temperaturas:
El grafito en escamas puede soportar temperaturas extremas sin degradarse, lo que lo hace ideal para su uso en aplicaciones como crisoles, moldes y revestimientos de hornos.
Baja expansión térmica:
Tiene un bajo coeficiente de expansión térmica, lo que significa que no se expande significativamente cuando se expone a altas temperaturas. Esta propiedad contribuye a la estabilidad dimensional de los productos refractarios.
Inercia química:
El grafito en escamas es químicamente inerte y resistente a la mayoría de los ácidos y álcalis, lo que lo hace adecuado para su uso en entornos químicos agresivos.
Lubricidad:
Las propiedades lubricantes naturales del grafito en escamas reducen el desgaste de los componentes refractarios, lo que conduce a una vida útil más prolongada.
Resistencia mecánica:
Cuando se utiliza en refractarios, el grafito en escamas mejora la resistencia mecánica y la tenacidad del material, lo que le proporciona resistencia al agrietamiento y al desconchado bajo estrés térmico.